#agenciaoyme – Bichópolis comenzó con la producción y venta de hortalizas orgánicas y un año después, luego de poner a funcionar la cría de enemigos naturales, inició ventas en mayo del 2010. Ese año fue fundada, con recursos del fondo Emprender.
El objetivo general de esta empresa es la producción, importación y comercialización de soluciones biológicas cuyo principal componente son insectos benéficos para control biológico de plagas y mejoramiento de las condiciones de cultivos comerciales especializados en flores, hortalizas y frutas bajo invernadero en la Sabana de Bogotá.
Específicamente, su producto es un insumo agrícola de origen biológico compuesto por ácaros depredadores, los cuales actúan como enemigos naturales de ácaros plaga, presentes en los diferentes cultivos. Se aplican tecnologías utilizadas con éxito a nivel comercial en diferentes partes del mundo, siendo líderes en su uso Europa y Estados Unidos, con multinacionales dedicadas exclusivamente a esta actividad comercial.
Problema: Ácaros plaga en cultivos bajo invernadero
El ácaro plaga es un problema crítico en cultivos comerciales de flores de exportación porque se la vuelto resistente a los productos agroquímicos utilizados para su control; además, el uso continuo de estos químicos genera altos grados de toxicidad con efectos secundarios en la calidad de las plantas, la salud humana y el medio ambiente, entre otros. Para enfrentar esa situación, lo ácaros depredadores son una solución de origen biológico, que reemplaza el agroquímico, con resultados más eficaces en el mediano y largo plazo, sin los inconvenientes de los agroquímicos comunes.
Mediante un programa de uso continuo y recomendaciones sencillas, los ácaros depredadores disminuyen la población de ácaros plaga, la cual se mantiene en niveles mínimos durante el tiempo que se utilice el producto, sin necesidad de rotar con otros productos y disminuyendo el costo de manejo considerablemente.
Los ácaros depredadores son un producto de interés para el sector floricultor; por exigencias del mercado los floricultores se han visto obligados a buscar nuevas estrategias para el control de plagas. Por dos razones principalmente: La primera es la necesidad de abandonar el uso de acaricidas de categoría toxicológica alta que los mercados internacionales no permiten y restringen a través de certificaciones (Globalgap, Florverde, Rainforest, certificaciones orgánicas) para poder comercializar su producto. La segunda es la capacidad biológica del ácaro plaga Tetranychus urticae de adquirir rápidamente resistencia a las moléculas que componen los diferentes principios activos de los acaricidas comerciales.
Según estudios hay una necesidad insatisfecha, creciente e inmediata, por este tipo de productos a nivel nacional, en particular entre productores que venden a mercados de exportación. Únicamente en Cundinamarca hay alrededor de 2.500 hectáreas dedicadas al cultivo de rosas y alrededor de 6.800 al cultivo de flores en el país.